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[Premios EFA 2013] Kechiche, Berger y Sorrentino buscan la gloria en Europa

El próximo sábado, 7 de diciembre, la European Film Academy celebra sus premios anuales en los que ensalza lo mejor del año en el viejo continente. Este 2013 se marcha habiéndonos dejado joyas en cada uno de los países representados en las nominaciones que os presentamos a continuación.
El primer apartado, siempre el más llamativo, nos lleva hasta la Mejor Película Europea. En él encontramos la reciente Palma de Oro de Cannes, la ganadora de los Goya, el regreso de Tornatore y triunfadora en los David Di Donatello, la nueva apuesta del alemán Felix Van Groeningen o la nueva cinta del respetado Paolo Sorrentino.
La Vida de Adéle competirá con dos nominaciones en las categorías de Mejor Película y Mejor Director Europeo para Abdelatif Kechiche. Pese a haber sido uno de los éxitos de autor más sonoros del año, la última película del director de Cous-Cous no acumula tantas candidaturas como se había presupuesto meses atrás. Pablo Berger y su Blancanieves obtienen dos nominaciones (Película, Director Europeo) y un premio honorífico al Mejor Vestuario de Paco Delgado que comparte con el Diseño de Sonido de Paraíso: Fe, de Ulrich Siedl.
La Gran Belleza es la cinta más laureada en lo que a candidaturas se refiere. Además de las de Mejor Película y Director Europeo encontramos una nominación a Toni Servillo como Mejor Actor y al Mejor Guión, compartido entre Sorrentino y Umberto Contarello. La película, nominada a otros tantos galardones de corte internacional, ya posee un premio de la EFA concedido al Mejor Montaje para Cristiano Travaglioli.
Sin salir de Italia, nos detenemos en la figura de Giuseppe Tornatore. Su nombre va relacionado de inmediato con aquella cinta que nos hizo retroceder hacia nuestra juventud cinéfila, Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1987, Cinema Paradiso. Este 2013, el cineasta regresa con un soberbio trabajo técnico que homenajea a ciertos grandes maestros del suspense. La mejor oferta, con Donald Sutherland y Geoffrey Rush, posee dos candidaturas: Mejor Película Europea y Mejor Guión. Por esta misma película, Ennio Morricone ya ha recibido su galardón a la Mejor Banda Sonora.
Otras cintas que se cuelan en las categorías principales son, por ejemplo, Alabama Monroe. Su paso por Tribeca le aseguró un futuro prometedor en el circuito internacional que, hasta el momento, no ha defraudado. Cinco son las candidaturas que acumula la nueva película de Felix Von Groeningen: Mejor Película, Director, Actor, Actriz y Guión Europeo, convirtiéndose en cabeza de cartel y favorita para la gala del sábado 7.
El realizador francés François Ozon también aparece en el listado de candidaturas a los EFA 2013. Su formidable trabajo en la cinta En la casa no ha pasado desapercibido en las categorías principales, aunque sí en la de Mejor Película Europea. Mejor Director, Mejor Actor para Fabrice Luchini y Mejor Guión son las tres nominaciones que atesora este éxito galo. Precisamente Ozon (y Berger, Kechiche, Von Groeningen y Sorrentino) tendrán que vérselas con Jan Troell, el veterano realizador sueco autor de obras como Los emigrantes o El vuelo del águila, ambas con Max Von Sydow, por su última película Dom över död man (La última sentencia).
Jude Law y Keira Knightley están también nominados como Mejor Actor y Actriz Europeos por sus papeles en Anna Karenina de Joe Wright. Knightley tendrá también que compartir nominación con Naomi Watts por su sobrecogedor papel en Lo imposible, única candidatura de la cinta de J. A. Bayona a los premios de la European Film Academy. Otra de las representantes españolas será Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar, presente en la categoría de Mejor Comedia Europea donde competirá con la última, y muy discutida, película de Susanne Bier Amor es todo lo que necesitas.

Puedes consultar el listado completo de nominaciones en el siguiente enlace.

Crítica Blancanieves; El silencio de una plaza

9/10
Pablo Berger, aquel cineasta olvidado en su particular exilio tras rodar Torremolinos 73, ha vuelto. Y lo ha hecho por la puerta grande. Blancanieves es, posiblemente, la apuesta más original y arriesgada que ha llegado al cine español en los últimos años. Todo ello aderezado con una magnífica banda sonora y un reparto estelar. Antes de comenzar a expresar mi opinión quiero dejar claro que ni tengo ni deseo tener ninguna relación con el mundo del toreo. Ni soy amante de la calificada como “fiesta nacional” ni acudo los domingos a la plaza a contemplar tan debatido espectáculo. Pero no por ello, y perdón por utilizar la primera persona, puedo dejar de alabar las virtudes que ofrece esta última producción de un director que se ha consagrado con esta, su tercera aventura cinematográfica después del corto Mama y Torremolinos 73. Acudir a la sala de cine con la mente abierta y sin prejuicios es pieza clave para entender el desarrollo de la misma.
Sin duda, era una apuesta arriesgada el llevar de nuevo a la gran pantalla el cuento de Blancanieves y transformarlo en una historia con tintes taurinos y flamencos. Mucho más arriesgado era salir airoso y, aún más, conseguir convertirse en la película que representará a España en los premios de la Academia de Hollywood. Lo cierto es que Blancanieves despierta emociones que otras producciones del mismo género o las mismas circunstancias no consiguen.
La valentía con la que Berger ha decidido inundar de mantillas, pasodobles, clarines y timbales el ya mítico cuento de los Hermanos Grimm le ha hecho valedor de un hueco entre las mejores producciones del año, en lo que a guión y técnica se refiere. Sin desprestigiar ni un ápice los versos del cuento original, el cineasta teje una intriga casi palaciega con unas sensacionales Maribel Verdú y Macarena García, acreedora esta última del premio a la Mejor Actriz en el pasado festival de San Sebastián. No olvidamos tampoco los enormes papeles del reconvertido Pere Ponce, Daniel Giménez Cacho, Ángela Molina o Josep María Pou.
Sin duda, de no conseguir mayores premios y elogios fuera de nuestras fronteras, será por el efecto The Artist, otra obra maestra del pasado año que arrasó allá por donde pasó. Blancanieves llevaba muchos años esperando su momento y ha tenido la mala suerte de pisar en terreno ocupado. Sin embargo, hay que afirmar que ésta producción no tiene absolutamente nada que envidiarle a la cinta dirigida por Michel Hazanavicius, si acaso The Artist nos enamoró algo más por sus constantes homenajes al propio cine. Ambas fueron concebidas al mismo tiempo y una tuvo más suerte que otra con su distribución. Gusten o no los festejos taurinos, no hay que olvidar que estamos ante una película que marcará época en nuestro cine. Blancanieves es un producto original, fruto de una gran imaginación y que desborda sentimiento. Bien por la constante banda sonora con aires de flamenco, bien por las intensas interpretaciones o bien por la imaginería cinematográfica muda europea a la que recuerdan muchas de sus secuencias. La combinación de los elementos clásicos del cine mudo con las nuevas técnicas actuales que incluyen movimientos de cámara, planos imposibles y ejercicios de fotografía es uno de los puntos más fuertes de una película que incluye uno de los mejores paradigmas del cine de autor español.